La cinta sigue a Theo e Ivy Rose, una pareja aparentemente perfecta: él, un arquitecto ambicioso; ella, una chef en ascenso. Pero tras una serie de infortunios profesionales, lo que comienza como rivalidad latente se convierte en una batalla campal llena de sarcasmo, venganzas emocionales y desplantes públicos. El detonante: el colapso de la gran obra de Theo justo cuando Ivy alcanza el éxito con su restaurante. El resultado: una guerra doméstica con implicaciones emocionales y sociales.
Roach, conocido por éxitos como El escándalo y Austin Powers, combina su habilidad para la sátira y el drama íntimo, construyendo una narrativa donde el humor negro y la incomodidad se mezclan con naturalidad. El diseño de producción a cargo de Mark Ricker convierte la casa de los Rose —una residencia modernista construida para simbolizar la salvación del matrimonio— en una metáfora visual de su deterioro emocional.
Además de Cumberbatch y Colman, el elenco incluye a Andy Samberg, Allison Janney, Kate McKinnon, Zoë Chao, Ncuti Gatwa y Jamie Demetriou, quienes interpretan a un grupo de amigos que funcionan como espejos, cómplices o testigos incómodos de la desintegración de la pareja protagonista. Entre cenas incómodas, monólogos pasivo-agresivos y alianzas cambiantes, el guion retrata con agudeza las presiones sociales actuales: la exigencia del éxito individual, el narcisismo de las redes y la fragilidad de los vínculos afectivos.
En palabras de McNamara, The Roses es “una comedia adulta que se vuelve oscura”, una historia que no busca reconciliaciones fáciles sino confrontaciones necesarias. Y es precisamente esa honestidad incómoda la que convierte esta película en una reflexión contemporánea sobre la vida en pareja: tan hilarante como dolorosa, tan reconocible como brutal.